Consejos para ser feliz: Piensa positivo y supérate a ti mismo(a)



Alejandra, personal coach, te ofrece una serie de modelos y técnicas que te ayudarán a liberarte de ciertas creencias que no te permiten desarrollar tu vida como quisieras porque están bloqueando tu potencial. ¿Lo mejor de todo? Que, como explica Gloria, que es su cliente, bastante pronto tendrás todas las herramientas para salir adelante tú sola(o). Lo único que necesitas son las ganas de conocer más, de entenderte y de deshacerte de esas conductas que en el fondo sabes que no están bien, en fin, poner todo lo que te rodea a tu favor.

LOS BLOQUEOS
Son limitantes que nos ponemos nosotros mismos y que no nos permiten desarrollarnos a plenitud. Existen muchos, pero aquí te decimos los más comunes. A ver cuántos reconoces.

Las etiquetas
Aunque no lo creas, tu propia identidad es tu primer bloqueo. “Etiquetas tu género: ‘Soy mujer’/"Soy Hombre/, también dices: ‘Soy Alejandra’/"Soy José", y además afirmas: ‘Me dedico a esto’. Entonces te limitas porque te metes en estereotipos y actúas desde esas creencias”.
Otras etiquetas muy comunes son las afirmaciones en torno de las habilidades en las que nos creemos deficientes, por ejemplo: “soy mala(o) para estacionarme”, “soy pésima(o) para ahorrar dinero” y, de esta manera, otra vez estás etiquetándote y limitándote a ser eso que tú crees que eres, pero que tú  te has impuesto.

Tus pensamientos te sabotean 
De seguro muchas veces has dicho cosas como: “no voy a poder”, “está muy difícil”, “me veo mal”… “Los pensamientos negativos”, indica Gloria, “son bloqueos que no tienen razón de ser y tú los consideras una realidad en tu vida”. Son como las etiquetas, sólo que, en vez de limitar tu ser, bloquean tus acciones. ¿Te suena?

El miedo lleva al lado oscuro 
¿Dónde has escuchado esa frase? Sí, en el maestro Yoda, de la saga Star Wars, y resulta que está llena de sabiduría. Muchas veces no defendemos nuestros deseos por temor al fracaso, al rechazo, a la crítica, a no ser aceptados o porque nos da pena.
Si sufres de este bloqueo, seguramente te ha pasado que, en una junta de trabajo, tenías mil ideas y maneras de resolver un asunto y, por temor a equivocarte, no has levantado la mano; el miedo te paraliza y ¡claro!, la chica o chico del enfrente se atreve, el jefe la(o) reconoce y en una promoción futura, ella/el será mejor candidato que tú, por el simple hecho de que no tuvo miedo de opinar.

Te enfocas en percibir lo negativo
Es mucho más sencillo señalar las cosas malas que reconocer las buenas. ¿A poco no es más frecuente que le digas a tu novio(a) “ya nunca me traes flores” o “nunca me llevas a cenar”, que “gracias por tu mensaje de buenas noches”, “gracias por el tiempo que inviertes en mí”? Incluso contigo misma(o) eres muy severa(o): te estás criticando y juzgando todo el tiempo, que no te gusta tu abdomen, que debiste de haber actuado diferente, que preferirías tener el cabello chino y no lacio… ¡Detente! Estás haciéndote daño.



DESBLOQUEA
Para romper con los bloqueos no necesitas luchar contra ellos, sino analizarlos y eliminarlos. Tu primera meta, entonces, debe ser desligarte de ellos. “La liberación habla justamente de suprimir pensamientos negativos, creencias que nos minimizan, ideas de nosotros mismos que nos encarcelan. ¿Dónde vemos nuestras limitantes? En los resultados de nuestra vida. Si no has podido conquistar algo, es porque dentro de ti hay algo que te está deteniendo”, afirma Alejandra.

Fuera etiquetas
No actúes con base en lo que crees que eres. “Debemos aprender a vernos a nosotros mismos desde la libertad de ser”, advierte la personal coach, “y cuestionar los condicionamientos que tenemos de identidad; saber cuáles son generosos, cuáles son juiciosos, cuáles funcionan y cuáles no”. Como ves, no se trata de romper con tus paradigmas, sino de quedarte con los que te funcionan y desechar todos aquellos que te hacen daño.

Piensa positivo 
Si cambias tu lenguaje, en automático transformarás lo que sientes y la carga energética será positiva. Un amigo que está a punto de irse a estudiar a Estados Unidos, me dijo: “Estos tres meses que faltan para que me vaya, van a ser los peores de mi vida”.
Me detuve a pensar en lo que platiqué con Alejandra y Gloria. Efectivamente, si él piensa que estos meses serán horribles, al decretarlo, eso es lo que atraerá. Por eso lo mejor es cambiar tus palabras: “sí puedo”, “todo va a estar bien”. Valorarte también es válido, en vez de estar criticándote todo el tiempo, ¿por qué no te detienes a apreciar lo que sí has hecho bien y lo que has cosechado a lo largo de tu vida?

El poder de elegir es tuyo 
El mejor ejercicio que puedes hacer es reflexionar diario acerca de ti misma(o). Cada día, por las noches, piensa en lo realizado a lo largo de la jornada: qué te hizo sentir bien, qué te hizo estar triste, molesto o feliz, por qué hiciste tales cosas o tomaste ciertas decisiones, ¿estás bien? Por fortuna en nuestras manos está cambiar de camino y podemos escoger de entre muchas opciones. Defiende tus deseos y lucha por lo que quieres respetándote a ti mism(o) y, por supuesto, a los demás.

Agradece y perdona
Alejandra llama a su personal coaching “un coctel personal”, porque mezcla enseñanzas y técnicas de muchas personas y de muchas filosofías. Una de ellas es el Hopponopono, una técnica de sanación que recita este mantra: “Lo siento, perdóname, te amo, gracias”. Carga una botella de agua, no pesa mucho; pero si la llevas por mucho tiempo, tu brazo te empieza a doler. Lo mismo ocurre con los rencores, al principio no los sentimos pero, con el paso del tiempo, nos pueden hacer mucho daño.

Practica todos estos consejos y cuentame que tal te fue.


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